El Salón Literario
Félix Weinberg, Marcos Sastre, Juan Bautista Alberdi, Juan María Gutiérrez, Esteban Echeverría
Si admitimos como signos distintivos de una generación la circunstancia que sus integrantes exterioricen independencia y aún originalidad en sus planteos y actitudes; homogeneidad en sus enfoques analíticos y críticos de hombres, ideas y hechos; identidad y coherencia en el multiforme obrar intelectual y material; exaltación de los propios valores; premiosidad en renovar y perfeccionar la realidad here dada; y toma de conciencia de todo ese complejo fenómeno, entonces sí no cabe duda alguna que los jóvenes de 1837 se desempeñaron con sentido y perspectivas generacionales.
La historia de ese movimiento es tan fecunda como larga y apasionante. Transcurre en nuestro país y luego más allá de nuestras fronteras; y es vigorosa su repercusión a través del tiempo. Alguna vez reconstruiremos circunstanciadamente todo ese singular itinerario. Mas como toda historia debe comenzar por donde corresponde, intentaremos acercarnos ahora, en rapidísima visión retrospectiva, a ese Buenos Aires de antaño que vio desenvolverse a una juventud que —sin transición— pasó de las aulas a la proceridad.
En consecuencia, es necesario admitir también que 1837 fue el florecimiento de un ineludible proceso previo de gestación y desarrollo. Por supuesto que es tarea harto difícil aprehender todos los factores que de una u otra forma se aportaron a ese proceso. Para simplificar, aun al riesgo que implica todo esquema, correspondería primero la fijación del escenario —ámbito geosociohistórico— y luego de los elementos que se le incorporan para operar la transformación que identifica la presencia renovadora del grupo.
La historia de ese movimiento es tan fecunda como larga y apasionante. Transcurre en nuestro país y luego más allá de nuestras fronteras; y es vigorosa su repercusión a través del tiempo. Alguna vez reconstruiremos circunstanciadamente todo ese singular itinerario. Mas como toda historia debe comenzar por donde corresponde, intentaremos acercarnos ahora, en rapidísima visión retrospectiva, a ese Buenos Aires de antaño que vio desenvolverse a una juventud que —sin transición— pasó de las aulas a la proceridad.
En consecuencia, es necesario admitir también que 1837 fue el florecimiento de un ineludible proceso previo de gestación y desarrollo. Por supuesto que es tarea harto difícil aprehender todos los factores que de una u otra forma se aportaron a ese proceso. Para simplificar, aun al riesgo que implica todo esquema, correspondería primero la fijación del escenario —ámbito geosociohistórico— y luego de los elementos que se le incorporan para operar la transformación que identifica la presencia renovadora del grupo.
Kategorien:
Jahr:
1958
Verlag:
Hachette
Sprache:
spanish
Serien:
El Pasado argentino
Datei:
PDF, 5.51 MB
IPFS:
,
spanish, 1958